La incertidumbre política y económica en Chile ha intensificado la tendencia de inversionistas locales buscando alternativas de inversión en el exterior.
Mientras la Comisión Constituyente trabaja en establecer las bases de lo que podría ser un “nuevo Chile”, se han definido los principales nombres que estarán en la papeleta de las elecciones presidenciales en noviembre próximo. Si bien el candidato comunista ha quedado en el camino -lo cual se vio reflejado con un alza en los valores de las acciones en la Bolsa de Comercio de Santiago- no es de extrañar que los mercados sigan expectantes y que sea la “cautela” la que prime en las decisiones de inversión de corto y mediano plazo.
Tras dos años de inestabilidad política y económica en el país -marcados por los sucesos de octubre de 2019 y luego por la pandemia- se ha visto una marcada tendencia hacia la inversión en el extranjero, tanto de los fondos de pensiones como de los grandes patrimonios. Según cifras entregadas por el SII, los capitales de personas y de empresas chilenas en el exterior subieron un 41% en dos años, marcados también por la dolarización, mientras que el Banco Central estima que los empresarios chilenos han invertido cerca de 3.800 millones de dólares en el extranjero en el último año. Los retiros de los fondos de pensiones también han llevado a las AFP a aumentar su exposición en el exterior a niveles récord.
Para Jaime Jullian, socio de Jullian Consultores, se trata de una fuga de capitales que definitivamente impactará en la liquidez del mercado local y en la disponibilidad de financiamiento durante los próximos dos a tres años. “Las tasas de interés de los bancos ya subieron, debido a que hay menos liquidez, y las exigencias de rentabilidad han aumentado. En palabras simples, al haber menos dinero circulante, resulta más caro endeudarse y esto se traduce en que muchos proyectos de inversión, tal vez, no podrán hacerse realidad en los próximos años”.
A juicio de Iván Méndez, también miembro de Jullian Consultores, la incertidumbre política, el temor a un impuesto al patrimonio y el proyecto de ley, recientemente aprobado, sobre Secreto Bancario (que obligará a los bancos a informar al SII los saldos superiores a 1.500 UF, con el objetivo de reducir la evasión y elusión), también puede ser visto como un desincentivo para mantener las inversiones en el mercado local y con ello buscar la existencia de sistemas de tributación más favorables en el exterior, siendo también un factor a considerar al momento de decidir dónde invertir. En este contexto, resulta fundamental la búsqueda de asesoramiento especializado para la elección más adecuada de los vehículos de inversión en el extranjero ya que la legislación chilena hace tributar a los contribuyentes por sus rentas globales.
A este contexto se suma la nueva medida que fue anunciada por el Ministerio de Hacienda a inicios de julio, en relación a mejorar el acceso a financiamiento en el mercado de renta fija local, contribuyendo a fortalecer la liquidez y a facilitar el acceso de inversionistas extranjeros a la deuda corporativa chilena. La iniciativa permitirá a emisores chilenos realizar colocaciones de deuda con participación simultánea de inversionistas locales y extranjeros, como parte de la estrategia del Ministerio de Hacienda para facilitar y atraer la inversión extranjera al mercado local.
Lo cierto es que la sensación general de los mercados es de incertidumbre y es razonable prever que así se mantendrá hasta las elecciones presidenciales en noviembre próximo.